La exposición al sol descontrolada y excesiva puede perjudicar severamente a nuestra piel. Por ello debemos entender y escoger con criterio la crema que más se adecue a nuestra dermis.
Son muchas las dudas que nos surgen a la hora de escoger nuestro producto solar para el verano: SPF, rayos UVA/UVB, filtros químicos, filtros físicos, en spray, aceite, … ¿Qué significa todo esto? ¿Qué elijo? Como siempre, lo mejor es saber identificar lo que necesita cada persona en particular para acertar con el producto.
Os damos unas cuantas pistas para que cada una escoja lo que mejor se adapte a su tipo de piel y gustos.
El sol emite energía en diferente frecuencia. La luz visible sólo representa un 50% de estos rayos y puede aumentar la formación de radicales libres, provocando hiperpigmentación y envejecimiento.
El resto de rayos no son apreciables por el ojo humano y se dividen en luz infrarroja (IR)(40%) y luz ultavioleta (7%) dónde podemos diferenciar UVB y UVA.
Los rayos infrarrojos los percibimos en forma de calor y una exposición excesiva tiene sus consecuencias aunque menos conocidas.
Los UVA penetran hasta la dermis y a la larga son los causantes del envejecimiento prematuro, de alergias e incluso del cáncer de piel.
Los UVB se quedan a un nivel más superficial y son los responsables del bronceado pero causando también las quemaduras solares.
El SPF o FPS (factor de protección solar) indica cuánto tiempo de más puede aguantar la piel sin dañarse o enrojecerse. Es decir, utilizando por ejemplo nuestra Crema Solar Corporal SPF30 una piel blanquita que sin protector solar tardaría 10 minutos en quemarse, con una cantidad adecuada y dependiendo de las actividades que realice, ahora puede estar hasta 300 min expuesta al sol.
Para conseguir estos factores de protección necesitamos incorporar en los productos fotoprotectores, que son filtros solares, sean químicos o físicos, que consigan absorber, dispersar o reflejar los rayos.
¿Cuáles son los mejores filtros? Los llamados de amplio espectro, el objetivo es protegernos de las diferentes frecuencias de radiación IR y UV. Actualmente necesitamos combinar varios de éstos filtros y añadir vitaminas, extractos, péptidos, etc. para potenciar su funcionalidad.
Es de pura lógica pensar que no es lo mismo tomar el sol en pleno mes de agosto que durante el mes de febrero, ya que en el mes de agosto los rayos solares son más agresivos y directos que en febrero. Básicamente porque los rayos del sol, al incidir de modo más vertical, están más cerca de la tierra.
Para los meses de verano, os recomendamos evitar la exposición al sol de forma prolongada durante las horas centrales del día (entre 12h y 16h).
Por lo tanto el tipo y uso de protección solar puede variar a lo largo del año y a lo largo del día.
Siempre recomendamos tener tres productos solares en tu neceser de playa:
Las arrugas y las manchas son los enemigos número uno de las pieles caucásicas, pero también de la edad, independientemente del tipo de piel, y se dan mayoritariamente en la cara, escote y manos. También podemos encontrarnos con sobrepigmentaciones por el embarazo u otros motivos. Por ello es muy importante proteger del sol estas zonas más sensibles con cremas más específicas.
En nuestra línea solar, además de los filtros solares que incorporan nuestros productos, también añadimos vitaminas, péptidos, aceites, etc. para complementar acciones específicas.
Para pieles con tendencia a la hiperpigmentación recomendamos la Crema Solar Antimanchas SPF +50 ya que incorpora potentes activos anti-manchas como el ácido kójico y la arbutina.
Para pieles más sensibles recomendamos la Crema Block Total SPF +50, ya que incorpora un filtro físico que ayuda a bloquear el paso de los rayos del sol.
Ambas cremas se extienden fácilmente, se absorben rápido sin dejar esta sensación "pegajosa" y sin dejar brillos y además tienen un olor muy agradable.
Para proteger el cuerpo de la radiación solar debemos buscar texturas rápidas de absorber y fáciles de extender ya que la superficie a cubrir es grande.
La hidratación de la piel es básica por eso en nuestras Cremas de Protección Solar (Crema Protección solar SPF30 ), incorporamos aceites y extractos naturales de oliva, camomila y macadamia.
Y por último, el gran olvidado del verano… ¡el pelo!
Sí, también debemos protegerlo, hidratarlo y acondicionarlo. ¿O es que nadie se ha encontrado a final de verano con el pelo seco con efecto estropajo?
Ahora ya sabes un poco más sobre la importancia de la protección solar y sus nomenclaturas. Descubre toda nuestra línea solar según tu tipo de piel.
Además descubre cómo mantener una piel saludable y bronceada con una adecuada alimentación.
Sandra Monegal
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