Recuerdo perfectamente el día que la mismísima Virgina Nogués me explicó: “Mi madre siempre dice que los únicos puntos donde no puede ocultarse la verdadera edad de una mujer son el cuello y las manos”.
¡Pura sabiduría!
Ese día entendí por qué mi abuela iba siempre con un elegante pañuelo atado al cuello, ¡hasta en pleno verano!
En ese momento me cogió una especie de obsesión por analizar aquella sentencia a muerte a los cuellos y las manos.
Tenía razón, toda la razón del mundo: ya puedes envejecer bien o hacerte todos los tratamientos estéticos del mundo que la flacidez de la piel del cuello delataba hasta a la mismísima Liz Taylor.
Pero en VN nunca nos rendimos y no hay reto que se nos resista. Todo lo contrario, buscamos los problemas que os puedan llevar de cabeza, lo analizamos y buscamos la mejor solución para prevenir las arrugas del cuello.
La buena noticia es que ¡La tenemos! Tomad nota: Crema de cuello y escote. Os aseguro que es la solución.
Si Liz Taylor nos hubiera conocido...
La piel de nuestro cuello se comporta de forma muy parecida a la de la cara: tiene un grosor similar y queda expuesta a agentes externos todo el día.
Si pongo las palabras radiación solar y polución ya os podéis echar a temblar porque las debemos considerar casi sinónimo de aceleración del envejecimiento.
Impulsamos procesos bioquímicos relacionados principalmente con la pérdida de colágeno y elastina (entre otros) que se traduce en pérdida de tensión, mayor flacidez, pérdida de la densidad cutánea y sí, aparición de arrugas y manchas.
Y ahora, una reflexión: que levante la mano quién dedique tiempo al cuidado del cuello como lo dedicamos a nuestra cara.
Ahora que ya sabemos que no debemos olvidar nuestro cuello en nuestro cuidado diario.
¿Por dónde empezamos?
¿Qué elijo, qué productos son los adecuados?
Limpieza, hidratación y tratamiento es la respuesta correcta. La clave principal de nuestra Crema Tensora de cuello es que funciona en las tres etapas del envejecimiento y consigue prevenir, frenar y reparar los signos de la edad.
Esto significa que será nuestra crema de referencia para cuello y escote para cualquier edad.
Prevenir las arrugas del cuello: la clave de la prevención es la hidratación. Hay que tener clarísimo que tener la piel bien hidratada es el primer mandamiento en la lucha anti-edad. Para una piel con primeros signos de envejecimiento, habituales entre los 35-40 años, mantener el balance hídrico en piel es esencial. Nuestra crema tensora está especialmente diseñada para aportar agua, restaurar la barrera lipídica y formar un film protector que evite la pérdida de agua.
Frenar: La edad, la predisposición genética y los factores externos que antes comentábamos como los rayos UV y la polución son clave en la formación de arrugas y la aparición de manchas. Los productos cosméticos bien formulados, en los que se establece un equilibrio entre textura, emolientes y activos, nos permiten frenar el desarrollo y visibilidad de arrugas. Por eso, seleccionamos cuidadosamente activos anti-oxidantes junto con ésteres derivados de la oliva, que permiten una mayor penetración, y desaceleran un proceso que es inevitable entre los 40-50 años.
Reparar: antes hemos destacado la pérdida de colágeno y elastina con la edad, especialmente a partir de los 50. Estas proteínas esenciales son nuestros ladrillos y cemento de la piel y con los años se van degradando. ¿Os imagináis ir perdiendo ladrillos y cementos de la pared de vuestras casas? El secreto mejor guardado de VN es cómo nuestros activos consiguen restaurar las proteínas dañadas 😜 El muro queda reparado y la piel vuelve a lucir firme y tersa.
El truco para sacarle el máximo partido a nuestra Tensora de cuello es aplicarla todas las mañanas con la piel bien limpia dando un pequeño masajeo de abajo a arriba que favorezca la penetración.
Ya veréis, además de todos los beneficios que os aportará, la crema es super ligera y de rápida absorción.
¡Cuidad vuestros cuellos, que no delaten vuestra edad real!
Sandra Monegal
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